El agua aplicada por el riego debe primero penetrar en la superficie del suelo, este es un proceso llamado infiltración.
El tráfico continuado de jugadores y maquinaria en un suelo mojado comprimirá los gránulos del suelo, destruyendo su estructura y reduciendo seriamente su espacio de poros a través de los cuales el agua se mueve para entrar en el suelo.
Este proceso y su resultado se definen comúnmente como compáctación, siendo una causa bien conocida para una infiltración pobre de agua.
Este proceso es muy típico en zonas de acumulación de carga de juego, como, por ejemplo, los greenes, zona de las porterías de fútbol etc.
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